Hoy en día, gracias a las prácticas de yoga en streaming o las sesiones grabadas, puedes disfrutar del yoga desde la comodidad de tu casa, pero para ello debes tener un buen espacio para tu práctica de yoga. Por eso, desde Sincronia Yoga, te damos algunos consejos para crear un buen espacio de yoga en casa.
Las premisas son muy sencillas: espacio, aire, luz, calma y constancia.
Pasos para crear un espacio de yoga en tu casa
El espacio (la tierra)
Aunque no dispongan de mucho espacio procura cuidar siempre el lugar donde practiques. Al armonizar lo externo te estarás armonizando también internamente. Cuidando fuera igual que te cuidas por dentro.
Un espacio armonioso para tu vista te invita a ritualizar la práctica.
Ten espacio físico, que puedas abrir brazos y piernas sin preocuparte por los muebles o romper la cristalería. Lo ideal sería practicar yoga siempre en el mismo lugar de la casa. Esto te invita a la rutina, a crear una conexión con ese algo más que despertamos con la práctica de yoga.
La ventilación (el aire)
La práctica requiere de aire, tu respiración agradecerá espacios bien ventilados y libres de polución. Abre las ventanas antes y después de tu práctica para renovar el aire de tu espacio.
Los inciensos aunque necesarios y agradables se deben usar una vez finaliza nuestra práctica. No durante.
Las esencias naturales (aceites, flores, etc.) pueden ayudarte en la conexión hacia ti, pero te recomiendo un uso moderado al finalizar la práctica. No cargues tu entorno, límpialo para no añadir más carga a todo lo que llevas de fuera.
La luz (el fuego), imprescindible para crear un espacio de yoga en casa
Aunque seamos amantes de la luz natural no siempre está disponible y debes adaptarte a tus horarios. Cada luz nos conduce a un estado distinto. Aquí te damos algunos consejos:
- Usa luces tenues y agradables para las prácticas de tarde/noche que inviten a ir a dentro.
- Una vela pequeña encendida te recordará la luz eterna que brilla en ti.
- Si te levantas al alba empieza tu práctica casi sin luz y termina con el despertar del día y el sol en el corazón.
- Evita luces estridentes como fluorescentes o focos.
- Si practicas al atardecer despide el día con una relajación larga cuando la luz haya menguado.
La calma (el agua)
Con paz de mente encontrarás paz de corazón. Favorece un espacio tranquilo donde puedas escucharte a ti y no a lo externo. Las interrupciones serán una distracción para tu mente y tu perseverancia.
A medida que tú práctica avance podrás practicar con una mosca en la nariz o con el ruido de una lavadora sin perder tu centro y concentración pero todo requiere de un aprendizaje.
Puedes añadir música suave que te invite a ir hacia dentro mientras practicas, incluidos los sonidos agradables del agua: los ríos, las olas del mar, la fina lluvia, una tormenta de verano. Aunque la práctica original de yoga no incluye música, se practicaba al aire libre rodeado de los sonidos de la naturaleza. Inclúyelos en tu práctica si te es posible.
La constancia (aquello que une)
Crea un espacio que sea para ti, único, personal, que te invite a querer estar allí y descubrir tu práctica diaria como si practicaras cada día por primera vez.
Te invito incluso a construir un pequeño altar con flores, piedras, colores, o aquello que te conecte con tu esencia. Como si pudieras honrarte al ver aquello que te llena el corazón. Convirtiendo tu práctica y tu espacio en un ritual para ti. Cuidando, reconociendo y evolucionando.
Solo se requiere un poco de constancia por tu parte, para hacer crecer la práctica de yoga en ti. Un buen espacio de yoga en casa te ayudará a ello.
