Durante tu práctica de yoga habrás sentido que puedes activar algo más que tu cuerpo físico. Desde Sincronia Yoga hoy respondemos a la pregunta qué son los chakras y cuál es su significado.
El cuerpo sutil
Como si se tratara de una muñeca rusa una dentro de la otra, el ser humano está formado por koshas o capas de consciencia. La más básica es el cuerpo físico, aquello que tocamos y exploramos a través de nuestro sentidos. Huesos, músculos, órganos y tejidos, es la capa sostén o raíz donde algunos se identifican, pero si solo fuéramos nuestro cuerpo físico, la respiración, la mente, los pensamientos, las emociones, la intuición, ¿dónde están?
En función de la tradición hablaremos de tres o cinco koshas o capas. El cuerpo físico, el cuerpo sutil (formado a la vez por cuerpo energético, mental e intelectual) y el cuerpo causal.
La que nos ocupa hoy es el cuerpo sutil, ya que los chakras se sitúan en nuestro cuerpo energético, pránico o sutil (aunque tienen influencia sobre los demás cuerpos).
En la tradición del Hatha Yoga y del Tantra Yoga, cuando se hace referencia al cuerpo sutil energético se señala al cuerpo energético pránico o pranayama kosha. Su característica principal es que irradia energía o prana, tanto hacia dentro como hacia fuera del cuerpo físico. La calidad de esta energía pránica dependerá de nuestro estado mental, emocional y espiritual.
Todas aquellas sensaciones que van más allá de los sentidos las percibimos a través del cuerpo sutil. Cuando alguien nos está mirando y lo sentimos a través de la espalda, cuando se nos eriza el vello corporal en ciertos ambientes, cuando conectamos con nuestro estado emocional. Todas aquellas sensaciones, pensamientos, emociones e intuiciones que están fuera del cuerpo físico se encuentran en el cuerpo sutil.
¿Qué son los chakras?
La energía no se distribuye de forma uniforme en el cuerpo sutil sino que lo hace a través de canales: los nadis y vórtices: los chakras.
Los chakras son círculos o vórtices de energía vital que se distribuyen a lo largo de la columna vertebral. Según la tradición del yoga la energía se distribuye y moviliza dentro del cuerpo sutil a través de canales. Existen más de 72.000 que se van entrelazando y cruzando, los más conocidos son el canal central de la columna (sushumna) y los nadis del sol y la luna (ida y pingala).
En las zonas de la columna vertebral donde se cruzan los nadis principales la energía se acumula en forma de vórtices en movimiento, los chakras. Etimológicamente chakra significa rueda. Así que son centros de luz, conciencia y energía en movimiento que vibran a diferentes frecuencias, más densas o más sutiles e influyen a distintos órganos, zonas del cuerpo, emociones, estados mentales, etc. Son la puerta al prana universal.
La práctica de yoga, de meditación y las técnicas de pranayama movilizan y equilibran la energía de los chakras. Cada postura, movimiento o secuencia enviará la energía de un chakra a otro, activará o apaciguará el chakra. No existen posturas exclusivas de un chakra y en cada postura podemos activarlos de cabeza a los pies o no hacer nada, dependerá de nuestro estado de escucha y consciencia.
Tradicionalmente hablamos de 7 chakras principales aunque hay más por encima y por debajo del cuerpo humano y otros puntos reflejo llamados bindu que son tan interesantes como los chakras en sí. Además cada chakra tiene chakras secundarios en los principales órganos y articulaciones del cuerpo.
Veámoslos con detalle.
Chakra de la base: Muladhara
Situado en la base de la columna vertebral este chakra se proyecta hacia abajo en forma de cono. Tiene influencia en nuestros pies, piernas, huesos y los riñones.
Su función principal es dar vitalidad al cuerpo físico. Se relaciona con la tierra y la supervivencia. Todo aquello que nos ancla, nos da raíces, estructura y seguridad. Es el centro energético conectado a los aspectos materiales (capacidad para proveer las necesidades básicas de la vida).
Etimológicamente muladhara significa los fundamentos. Su sonido raíz (bija mantra) es YAM. Se representa con una flor de loto de cuatro pétalos.
Podemos conectar con la energía de este chakra a través de la práctica de ásanas de conexión con la tierra como vijayasana (la postura de la diosa), tadasana (la postura de la montaña), vkrasana (la postura del árbol), janu sirsanasa (la flexión con la cabeza en la rodilla) o cualquier otra postura que nos de sensación de enraizar los pies, manos o la base de la columna y estar anclados al presente. También con el cierre mulabandha, practicar descalzos o hacer paseos por la naturaleza.
Chakra del pubis: Svadhisthana
Situado en el bajo vientre por debajo del ombligo se proyecta hacia delante y hacia atrás en forma de diábolo. Influye en nuestra salud reproductiva, matriz, ovarios, gónadas, genitales, las rodillas y la pelvis.
Su función principal es la creatividad física y la sexualidad. Nos invita a manifestar el potencial creativo: dejar una impronta. Se relaciona con el agua y las emociones. Nuestra capacidad de relacionarnos con el otro.
Etimológicamente svadhisthana significa morada del ser, dulzura. Su sonido raíz es VAM. Se representa con una flor de loto de seis pétalos.
Podemos conectar con la energía de este chakra a través de la práctica de ásanas de conexión con el agua del cuerpo como mandukasana (la rana en sus distintos variantes, de pie, con las rodillas en el suelo, etc), upavista konasana (la tortuga), tarasana (la estrella), también con la práctica de Yin Yoga, los movimientos ondulantes del gato-vaca o cualquier práctica o movimiento fluido entre las posturas, también la danza y la expresión artística de todo tipo.
Chakra del plexo solar: Manipura
Situado en el plexo solar entre el ombligo y la punta del esternón se proyecta hacia delante y hacia atrás en forma de diábolo. Influye en las caderas, la fuerza, la voluntad, los procesos digestivos, el hígado y el control de las emociones.
Su función principal es la comunicación interior y el desarrollo del yo. Trata acerca del poder personal, la autoestima y la relación con uno mismo, el ego y la personalidad separada de la identidad heredada, el deseo de poder y de tener. Se relaciona con el fuego y la capacidad de actuar. Un chakra equilibrado nos hace tener fuerza y empoderamiento para tomar nuestras decisiones y llevarlas a cabo.
Etimológicamente significa joya o piedra brillante. Su sonido raíz es RAM. Se representa con una flor de loto de diez pétalos.
Podemos conectar con la energía de este chakra a través de la práctica de ásanas de conexión con el fuego como vijayasana (la postura de la diosa), los guerreros (virabhadrasana I, II, III), agnistambhasana (activación del fuego interno), la respiración kapalabhati y bhastrika, también en prácticas realizadas con vigor como Ashtanga Yoga o Vinyasa Yoga de intensidad media o alta. También con el cierre uddiyana bandha.
Chakra del corazón: Anahata
Situado en el centro del pecho se proyecta hacia delante y hacia atrás en forma de diábolo. Influye en la respiración, el sistema inmunitario, los hombros, los brazos, las manos, la circulación sanguínea, el timo.
Su función principal es el amor y el perdón. Dar a la vida una dirección: sentido y propósito. Se relaciona con el aire y con el amor incondicional. Representa la capacidad de amar y la apertura a los sentimientos de la compasión y el perdón (trascendiendo las heridas).
Etimológicamente significa sonido sagrado no pulsado. Su sonido raíz es YAM. Se representa con una flor de loto de doce pétalos.
Podemos conectar con la energía de este chakra a través de la práctica de ásanas de expansión del corazón como dhanurasana (el arco en todas sus variantes, de pie, tumbados, sobre pies y manos), bhujangasana (la cobra), matsyasana (el pez). También el las prácticas suaves de Yin Yoga o Yoga Restaurativo donde se hace énfasis en la compasión hacia uno mismo y hacia los demás.
Chakra de la garganta: Vishuddha
Situado en la garganta se proyecta hacia delante y hacia atrás en forma de diábolo. Influye en la voz, el sistema digestivo, la respiración, la energía de todo el cuerpo, la tiroides, la regulación hormonal.
Su función principal es la comunicación. Se relaciona con el éter y la capacidad de expresión. Usar la voz para expresar nuestra naturaleza divina. El poder de la palabra, la sinceridad, la alineación del pensamiento con el corazón, el conocimiento. Es el camino de tránsito de los chakras inferiores a los más sutiles.
Etimológicamente significa pureza. Su sonido raíz es HAM. Se representa con una flor de loto de dieciséis pétalos.
Podemos conectar con la energía de este chakra a través de la práctica de ásanas de donde se produzca un cierre o apertura de la garganta como viparita karani (la inversión sobre hombros y cabeza), matsyasana (el pez), la respiración ujjayi. También con el cierre jalandhara bandha, en el canto de mantras y los retiros de silencio.
Chakra del entrecejo: Ajna
Situado en la frente se proyecta hacia delante en forma de cono, aunque existe un punto justo detrás del cráneo (bindu) que resuena con la energía de este chakra pero no forma parte de él. Influye en los ojos, el cerebro, el sistema endocrino y nervioso vegetativo, el hipotálamo y la hipófisis.
Su función principal es la intuición. Se relaciona con la visión y con la capacidad de síntesis de la mente. Trata acerca de la integración y la concentración, la capacidad de proyección mental, la intuición, la clarividencia y la visualización, la percepción más allá de la dualidad y la utilización consciente del conocimiento o sabiduría.
Etimológicamente significa mando o dirección. Su sonido raíz es OM. Se representa con una flor de loto de dos pétalos.
Podemos conectar con la energía de este chakra a través de la práctica de ásanas de proyección visual como el arquero (akarna dhanurasana), en las posturas invertidas sobre la cabeza (sirsasana), o en cualquier postura aplicando los gestos o mudras de fijación de la mirada como agochari mudra (punta de la nariz) o shambhavi mudra (entrecejo). También en la práctica de movilización de la energía del cuerpo: prana vidya o de limpieza de los ojos: tratak.
Chakra de la corona: Sahasrara
Situado en la coronilla y se proyecta verticalmente hacia arriba en forma de cono. Influye en el sistema nervioso central, cerebro, epífisis, espiritualidad, tránsito de la muerte.
Su función principal es la trascendencia y la espiritualidad. Se relaciona con el alma. Trata acerca de la espiritualidad, la conexión con la vida y la conexión los reinos elevados del ser, la regulación de los ritmos biológicos, la filantropía y el humanitarismo, la capacidad de confiar en la vida, la meditación y la práctica trascendente. Es la puerta de conexión con la realidad espiritual.
Etimológicamente significa loto de los mil pétalos. Su sonido raíz es la vibración final del OM o el silencio. Se representa con una flor de loto de 972 pétalos.
Podemos conectar con la energía de este chakra a través de la práctica de la meditación. También prácticas de desidentificación del ego, supresión de los sentidos (pratyahara), o el silencio interior (antar mauna).
Meditación para equilibrar los chakras
Siéntate en una postura cómoda que te permita tener la columna recta respetando las curvaturas naturales. Realiza la meditación con los ojos cerrados.
- Observa tu respiración, el aire entrando y saliendo de tu cuerpo. Imagina que el aire conecta los dos polos de tu cuerpo, la base de tu columna y la coronilla de la cabeza. Como si al respirar el aire fuera de un punto al otro de forma ligera a través del canal de tu columna vertebral.
- Ahora busca la base de tu columna (suelo pélvico, perineo o cérvix) e imagina que estás totalmente anclado a la tierra. Como si tu base se enraiza hacia la tierra. Empieza a respirar en la base de tu cuerpo sintiéndote como si estuvieras sobre una bolsa de aire caliente. Siente este calor movilizándose en forma de espiral debajo de tu cuerpo.
- A continuación, vamos a cantar el mantra resultado de la unión de los sonidos semilla de cada chakra haciendo subir este calor, vibración o sensación en forma de espiral recorriendo tu cuerpo desde la base hasta la coronilla. El canto es: LAM VAM RAM YAM HAM OM MMM. El sonido del om final vibrará desde tu entrecejo hasta más allá de la coronilla hasta quedar en silencio.
Suelta el aire y relaja, inspira profundamente por la nariz y canta el mantra con todo tu cuerpo relajado procurando no quedar sin aire.
- Sigue cantando durante algunos minutos hasta que sientas todo tu ser vibrando.
- Termina la meditación en el más profundo silencio sin expectativas abierto a lo que tenga que suceder, pero sin esperar nada.
Conocer qué son los chakras y cuál es su significado te ayudará a enfocar tu práctica de yoga más allá de los ejercicios físicos.
Sílvia Gallego
Profesora de yoga, autora y editora de libros de respiración.