Yoga para los colectivos más vulnerables
Cuando la práctica no entiende de edad, clase, raza, género o capacidad
Yoga Sin Fronteras es una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es hacer del yoga una práctica accesible a todo el mundo, especialmente a los colectivos vulnerables y en riesgo de exclusión social.
*Yoga para la tercera edad (Canet de Mar)
Meritxell Martorell, cofundadora del proyecto, es periodista y profesora de yoga y tiene una misión bien clara: normalizar la imagen que se ha generado alrededor de esta disciplina y compartir los beneficios con quienes más lo necesitan. Asegura que los beneficios del yoga están demostrados y que combinando ejercicios físicos y mentales ayuda a reducir el estrés, generando una serenidad y una relajación del cuerpo. De cualquier cuerpo. Porque el yoga, dice, no entiende de edades, ni de sexo, tampoco de clases sociales o capacidades. Sólo necesitas respirar, añade.
Yoga Sin Fronteras nació en Tanzania cuando Meritxell decidió dar una clase de yoga a los niños de un orfanato en el que colaboraba. La clase les encantó y al día siguiente le pidieron más. Estuvo un mes en Tanzania y, aprovechando sus viajes, comenzó a extender esta práctica a centros de mujeres maltratadas en México, campos de refugiados en Palestina y la isla griega de Lesbos, residencias de la tercera edad o centros de personas con adicciones. Así, y sin todavía ser del todo consciente, le dio forma a Yoga Sin Fronteras.
*Foto del Campo de refugiados de Aida Camp, Palestina
Dos años después, y con el apoyo de Adrià Sala, fundaron la asociación. A día de hoy Yoga Sin Fronteras cuenta con 15 voluntarios que colaboran semanalmente en distintos centros de Barcelona, y uno en el país Vasco Entre los más importantes destacan el Casal dels Infants, la Clínica de Salud Mental Coroleu, la Fundació discapacitats Maresme o el Consorci Sociosanitari de Sant Joan de Déu.
Yoga Sin Fronteras no se conforma con dar clases de yoga, va un paso más allá y ofrece formaciones reconocidas por la Yoga Alliance a jóvenes en riesgo de exclusión. Gracias al patrocino de Sampoorna Yoga India, una escuela de formaciones en India, consiguen que éste sea un proyecto independiente, ofreciendo una herramienta de empoderamiento real y una posibilidad de entrar en el mercado laboral a quiénes no lo tienen fácil.
De hecho, la última formación que han realizado ha sido un éxito. Formaron a 23 jóvenes sudafricanos de Ciudad del Cabo y 8 de ellos ya están trabajando como profesores.
*Algunos de los voluntarios de Yoga Sin Fronteras
Video de la formación en Sudáfrica (Enero 2020)
Ciudad del Cabo, dice Meritxell, es un lugar injusto, con una desigualdad marcada todavía por la política del Apartheid, el sistema de segregación racial en Sudáfrica que estuvo en vigor hasta el 1992. Heridas aún sin sanar, cicatrices de una sociedad todavía dividida.
La ciudad está dividida en barrios para blancos, siempre ubicados en zonas privilegiadas y cerca del mar, y Townships o barrios periféricos para negros. La mayoría de gente de color ocupa el último peldaño de la sociedad, en la que continúan sumidos en una profunda pobreza, desempleo y desigualdad. La brecha económica es innegable.
“Antes de empezar a practicarlo, pensaba que el yoga era sólo blancos”, afirma Amanda Guma, una de las 23 estudiantes de esta formación de profesores gratuita.
Con esta formación no sólo contribuyen a que el yoga se empiece a practicar en los barrios periféricos sino que siga extendiéndose y llegando a los colectivos vulnerables gracias a 23 nuevos profesores que tienen claro lo que quieren: enseñar a los habitantes de sus comunidades, una práctica que a ellos les ha cambiado la vida.
Ahora Yoga Sin Fronteras está en proceso de diseñar también un programa similar en Barcelona, la idea, asegura Meritxell, es que los usuarios sean capaces de practicar sin necesidad de depender de nadie. Que puedan valerse por ellos mismos, empoderarles y generarles una disciplina, promoviendo la autopráctica e, idealmente, abrirles también una puerta al mercado laboral, cada vez más demandante de profesionales del yoga, una práctica que no deja de crecer y transformarse.