

Aida Giner
Empecé mi camino en el Yoga a los 18 años, cuando necesitaba descubrirme y relajarme a la vez. Leí que esta disciplina me podía ayudar en ambas cosas y decidí probarlo. Me gustó tanto lo que estaba sintiendo, descubriendo y transformando con la práctica, que unos años más tarde decidí formarme para poder compartir todas esas herramientas que me estaban ayudando tanto.